jueves, 26 de abril de 2012

¿QUÉ EXCITA A LAS MUJERES?



sexo femenino excitacion
La primera respuesta estaría en hablar sobre la estimulación genital. El epicentro del placer de la hembra, en muchas especies, apunta al clítoris. Esta díscola cápsula aglutina más de ocho mil terminaciones nerviosas y en ella podría encontrarse el velado secreto de la sexualidad femenina. Muchos y muchas estarían de acuerdo con esa afirmación, más aún si agregamos que el 70-90% de las mujeres necesita estimulación clitoridiana para que se produzca "el gran apagón". 
No puede ser tan fácil resolver un enigma que cada año produce más textos científicos que la teoría de cuerdas.
El botón rojo, el clítoris, según todos los protocolos es un buen punto de partida para acabar con la guerra fría en las alcobas. Pero no está solo. Y aquí comienzan las complicaciones. Otras áreas genitales merecerían un tratamiento semejante. Según la región de donde proceda la señal que llega al cerebro, la sensación de orgasmo es distinta, y de ahí que sea común hablar de orgasmos clitoridianos, vaginales y “combinados”. Para acertar en la diana, hay que hacer un máster con mucha práctica; es decir, “masturbarse mucho”.

martes, 17 de abril de 2012

CÓMO ENFRENTAR UNA INFIDELIDAD

  
 La infidelidad es una prueba de fuego que rompe parejas en las que falta amor y refuerza a aquellas que realmente se aman.
   Existe el mito de que el hombre tiende más a ser infiel que la mujer, porque tiene una mayor necesidad sexual pero un argumento biológico agrava la conducta y refuerza el machismo. 
   Hoy en día la situación social está cambiando y lo que antes era "tolerado" en el hombre empieza a ser "tolerado" en la mujer. Parece ser que con mucha frecuencia, ambos se han decidio a buscar fuera lo que por algún motivo no se encuentra en la pareja. 
   El conflicto a afrontar aparece cuando la pareja descubre la infidelidad o uno mismo la confiesa. El efecto dependerá de cómo afronta cada persona las dificultades emocionales, aunque, en general, la experiencia es devastadora y se sufre un choque emocional muy fuerte que se vive con mucho dolor.
   El sentimiento de sentirse traicionado destruye la confianza y la seguridad que se sentía hacia la pareja, mengua su autoestima y genera reacciones muy diferenciadas que oscilan desde la indiferencia hasta la ira más potente.
   La traición genera a nivel psicológico, un aumento de los sentimientos de  tristeza, de  hostilidad, de  inseguridad personal, genera desconfianza y mucha ansiedad que hace que el traicionado busque en cualquier sitio comprobaciones de la infidelidad finalizada, hace que el traicionado se compare constantemente con el supuesto amante en detrimento de su propia valía, puede generar actos violentos o de control del otro o de despecho -incluso una infidelidad por el traicionado- o una búsqueda activa de esa otra persona que, desde la experiencia sentida, le ha provocado un desequilibrio emocional muy difícil de superar.
   Cuando esto ocurre la consecuencia más frecuente es la separación o el alejamiento de la pareja. A veces se perdona pero no se olvida y la relación se enfría.

¿Qué hacer ante una infidelidad?

viernes, 13 de abril de 2012

MITOS SOBRE LA INFIDELIDAD



Cuando hablamos de infidelidad nos podemos encontrar con mitos que se mantienen como crencias a nivel social. Vamos a verlos:
Mito #1: La gente es infiel porque son infelices en sus casas.
Para una mujer ggeneralmente este es el caso. Las mujeres que son infieles hablan de una baja satisfacción en su matrimonio o pareja. Para los hombres esta crencias no funciona exactamente del mismo  Muchos hombres que aman a sus parejas y que tienen muy buen sexo en sus casas nunca desperdician una oportunidad para tener una aventura si piensan que pueden conseguirla.

Mito #2: Los hombres son infieles más que las mujeres.
Esto solía ser así, pero ahora las escalas de infidelidad están balanceadas. ¿Por qué? Las mujeres engañan a sus parejas por las mismas razones que los hombres: Es alguien nuevo, algo atrevido -y por lo tanto agradable. Pero hay otras razones citadas por las mujeres: La aventura fue una “recompensa” por ser una esposa y una madre no apreciada o por estar con una pareja que no es cariñosa, que no las escucha o las ignora. Lejos están los días en que nos obsequiábamos un nuevo lápiz labial o un corte de cabello para levantarnos el ánimo. Aún no somos tan indiferentes a las infidelidades como los hombres -las mujeres tienden a sentirse culpables- pero los estudios demuestran que somos mejores al mentir y somos más propensas a salir impunes. También es un mito que son los hombres quienes intentan convertir sus amistades en aventuras. La mayoría de los hombres infieles ven al acto como una alta oportunidad y baja implicación. Las mujeres se involucran más emocionalmente y son más ágiles para examinar a sus amistades y determinar si pueden ser mejores parejas que sus relaciones actuales. Es decir, ella está buscando generalmente a su alma gemela potencial; él sólo se está divirtiendo.

jueves, 12 de abril de 2012

SOBRE LA INFIDELIDAD

Infidelidad

Según su significado el concepto de infidelidad puede referirse a:
  • Engaño que consiste en tener relaciones sexuales con una persona distinta de la pareja habitual: muchos divorcios tienen como origen la infidelidad conyugal.
  • Incumplimiento de un juramento o de una promesa, deslealtad.
  • Condición de la persona que defiende ideas religiosas contrarias a los dogmas y a la fe de una doctrina religiosa.
      En este caso vamos a referirnos más explícitamente a cómo funcionan los mecanismos de infidelidad en la pareja y cómo afrontar la situación en caso de que suceda en nuestras vidas.
      La fidelidad es una de las cualidades más valoradas en una relación de pareja y la sospecha o evidencia de infidelidad es, en muchas ocasiones,  motivo de ruptura.
     Según las teorías evolucionistas, los hombres están programados para desear una gran variedad de parejas sexuales y el hecho de mantener una relación exclusiva de forma prolongada, le suele agudizar ese deseo de buscar la variedad sexual, mientras que las mujeres están programadas para concebir hijos del mejor hombre y mantenerle a su lado con el objetivo de sacar adelante su descendencia. Este proceso puede repetirse en la medida que se pierde la atracción original y se busca un mejor postor y comenzar un nuevo ciclo. Es decir, la mujer busca dos roles en el hombre: el de amante y el de proveedor. Un hombre en una relación tiende a perder progresivamente el rol de amante y permanecer únicamente en el rol de proveedor. Por tanto la mujer irá a buscar en otra parte la emoción del rol perdido de amante. Nuestros instintos naturales explicarían el por qué y en qué se diferencian hombres y mujeres en este tema.
     Cada uno de los sexos considera que puede haber un grado natural de infidelidad en la pareja que formaría parte del juego. El hombre entiende que la mujer suspire por el actor de moda en su interés por conquistar esa perfección del mejor "hombre" inalcanzable y la mujer entiende que el hombre mire a otras mujeres que puedan resultarle atractivas.
     El problema ocurre cuando pasan otro tipo de muestras no naturales diferenciadas de  lo que sería considerado infidelidad. Si la mujer coquetea con otros o le tocan físicamente, puede llevarle al hombre, evolutivamente hablando, a temer criar hijos que no son suyos. Si el hombre atiende o confía más en otra mujer que en ella, evolutivamente hablando, le podría significar menos recursos y tiempo para ella y su prole.
      La infidelidad del hombre es física y la infidelidad de la mujer es emocional.
      Cuando dos personas entran en una relación, se establece un pacto entre ellas. Estar en una relación daría, supuestamente, estabilidad a la crianza de los futuros hijos y evolutivamente esto supondría un beneficio. Hasta aquí la teoría evolucionista.
     Una relación, vista como un intercambio justo, en la que hay un equilibrio en lo que se da y en lo que se recibe, puede llegar más lejos que cada una de las dos personas por separado. En una relación puedes tener proyectos de futuro, se puede planear la vida en común. Pero una relación en la que este equilibro no es equitativo deja de tener este sentido y se convierte en una ligadura sin sentido por parte de uno de los dos hacia el otro. En el momento en que una persona está más preocupada por el mantenimiento del pacto en sí, y no del objetivo, del fín último de la relación, ésta se convierte en una mera fachada social, hueca por dentro que predispone a la insatisfacción -con las consecuencias que ese sentimiento puede conllevar para el mantenimiento del compromiso de fidelidad implícito inicialmente en el pacto-.
     En muchos de los casos en los que las personas son infieles, lo son cuando la relación no alcanza sus expectativas, es decir, están buscando algo en la pareja que ésta no es capaz de ofrecerles. La solución, en vez de basarse en el diálogo, es una salida aparentemente más fácil o cómoda: la infidelidad.
    Una persona que normalmente sea fiel, puede llegar a ser infiel por determinadas circunstancias como problemas en la relación, pérdida de atracción por su pareja u otras circunstancias personales.
    Descubrir la traición de la pareja resulta una experiencia dolorosa y avergonzante ya que se ponen en juego los valores que están dando consistencia a la relación: confianza, sinceridad y respeto.
    Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que existe. En el caso de las personas que deciden perdonar (pero no olvidar), la infidelidad suele ser un arma arrojadiza muy frecuente en las discusiones, que puede desgastar más todavía la relación.
     Lo ideal sería que permanezca fiel a la relación controlando cualqueir tipo de atracción pero la desconfianza surge cuando no sabemos cómo va a funcionar nuestra pareja o si siempre va a pensar del mismo modo. Lo que resulta ético para uno puede no serlo para otro.
    Generalmente pensamos que la persona infiel es la única culpable, sin embargo, la infidelidad es el resultado de la crisis de una pareja, pues quien es infiel lo hace porque busca en otra persona cuestiones sexuales, emocionales o intelectuales que su pareja no le da y que estas razones normalmente intentar satisfacer carencias en la relación.

Las razones más comunes que acaban en infidelidad:
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