El trastorno de personalidad ciclotímico tiene como
característica principal la inestabilidad del estado de ánimo.
Estas personas que lo sufren, pasan
con una facilidad extraordinaria, de la alegría y el contento al abatimiento y
el desánimo.
Cuando
se utiliza el término ciclotímico, nos estamos refiriendo concretamente a estas
oscilaciones que tienen una aparición de carácter cíclico, en el área
emocional, es decir, en el espacio donde mostramos nuestros sentimientos y se
manifiestan los afectos.
Las personas inestables o ciclotímicas tienen una
gran facilidad para pasar de la alegría manifiesta, la actividad incansable,
las muestras de cariño, la simpatía, la ilusión y el optimismo, con una
expresión alta de su autoestima, a un sentimiento de abatimiento, tristeza y
desgracia, desilusión absoluta, irritabildad e hipersensibilidad y expresión de
una autoestima baja a través de sentimientos de inutilidad y fracaso.
Esta claro que todos en algún momento
sufrimos cambios de humor, aunque en este tipo de personalidad este tipo de
cambio es brusco y se vive en espacios de tiempo muy breves -de horas o en
torno a un día aproximadamente-.
Los pequeños acontecimientos de la
vida cotidiana generan grandes cambios internos y, a veces, sin que haya un desencadenante
previo que aparentemente justifique este tipo de cambios.
Cuando esto ocurre de forma tan
brusca, sin ser esperado, sin entender que haya un estímulo previo que cause
estas modificaciones, se genera un desconcierto total en las personas que mantienen
relación directa con este tipo de personalidad. Al final, no saben qué tipo de
comportamiento es el adecuado con ellos, ya que da la impresión que cualquier
pequeño comentario que se haga puede desatar en el otro una crisis enorme.
La persona que convive íntimamente con
este tipo de personalidad, lógicamente, sufre mucho.
Este trastorno de la personalidad parece tener un marcado carácter hereditario, predisponiendo a las depresiones bipolares, también llamadas psicosis maníaco-depresivas.
Durante la fase depresiva aparecen
síntomas como agotamiento, tristeza, desinterés, falta de ilusión, pesimismo,
alteraciones del sueño y del apetito, dificultad de concentración, indecisión,
tendencia a evitar las relaciones sociales, incapacidad para desarrollar las
actividades habituales y deseos incluso de muerte.
Una vez se desvanece la fase
depresiva, se puede pasar a un período de mejora en el que uno se puede
encontrar normal o pasar a una fase de euforia.
La personalidad que pasa bruscamente
de la depresión a la euforia es justamente a la que nos referimos, aunque hay
ocasiones en que se alternan varias fases seguidas de euforia o bien de
depresión.
La fase de manía está constituida por síntomas como un estado de ánimo anormalmente elevado, una autoestima y seguridad desproporcionada, apareciendo ideas elevadas sobre las propias capacidades. De repente, estas personas se vuelven excesivamente imaginativas y comunicativas, expresando multitud de ideas. Su comportamiento se torna desinhibido, indiscreto, incluso descarado, afectando también a la esfera sexual.
El nivel de actividad, a cualquier
hora del día, es abrumador. Suelen dormir muy pocas horas en esta fase y su
rendimiento se ve afectado por la tendencia a querer abarcar muchas
actividades, pasando rápidamente de una a otra, sin terminar de forma
eficaz prácticamente ninguna.
Esta etapa es peligrosa por que es
donde se comenten los excesos de cualquier tipo pudiendo traerles consecuencias
que previamente no han sido tenidas en cuenta y que pueden afectar incluso a su
propia salud. Por ejemplo, inversiones o gastos absurdos, relaciones sexuales
sin protección o acciones desproporcionadas a la conducta habitual y de las que
se arrepienten una vez están fuera de esta fase de euforia.
Las personas inestables son muy
enamoradizas y dependen mucho de los demás pero se sienten inapropiadas para
mantener sus afectos porque estos se transforman sin causa aparente para
ellas.
Un apersona inestable no será capaz de
mantener sus conflictos estancos. Sus dificultades en un área personal pasarán
a lo laboral, a las amistades, a la afectividad de forma rápida y continua.
A modo de resumen, indicamos las principales características de la personalidad inestable o ciclotímica:
- Inestabilidad emocional. Típica montaña rusa emotiva.
- Escasa tolerancia a la frustración.
- Inseguros.
- Dependientes de la seguridad de
otros.
- Baja constancia en lo que emprenden.
- Susceptibles.
- Bruscos cambios de criterio y
pensamiento.
- Grandes y súbitas oscilaciones en la
autoestima.
- Comportamiento imprevisible.
- Apariencia externa de felicidad que
esconde su dolor.
- Dificultad en establecer lazos
emocionales sólidos.
- Comportamientos destructivos sin advertir
el peligro.
¿Qué podemos hacer
con quien padece este tipo de personalidad?
Como en todo
trastorno, lo más importante es que el afectado tome conciencia de su
enfermedad, de los problemas de su conducta y cómo le afectan. Esto resulta
bastante complicado porque, en la mayoría de los casos, el afectado
responsabiliza a los demás de su situación.
Hay que conseguir
que de el consentimiento para acudir a un especialista, a un psicólogo o
psiquiatra, que le ayude a establecer pautas para su recuperación emocional.
Así es
ResponderEliminarBuen articulo!!
ResponderEliminarAfecta por igual tanto a hombres 0,4 como a mujeres 1% .
Suele aparecer normalmente en la edad adulta y en la gran mayoría de los casos se convierte en un problema crónico, es decir, no desaparece y se convierte en un problema permanente. La ciclotimia de duracion es muy pesada para el que la sufre
Un beso!!
El tema este te deja bastante afectado al ser muy fuerte, pasar de bien a mal y otra vez, por no hablar de cuando es con TOC incluido... Suerte amigos!!
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