miércoles, 28 de agosto de 2013

SEXO PARA PADRES PRIMERIZOS


  Hola a todos. Aunque sigo apurando cada minuto de mis vacaciones, hoy os dejo el nuevo artículo en el que he colaborado publicado hoy mismo día 28 de agosto por El Mundo.es
Espero que sea de vuestro interés. Como siempre, se admiten comentarios.
Feliz miércoles y buena semana queridos lectores.
Rosa

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/08/27/noticias/1377611219.html

PSICOLOGÍA | Tras el nacimiento de un niño

Sexo para padres primerizos

Las nuevas tareas de los padres aumenta el cansancio y disminuye las ganas de tener sexo.Las nuevas tareas de los padres aumenta el cansancio y disminuye las ganas de tener sexo. | Carlos Barajas
  • La mujer tras el parto está muy mediatizada por los cambios hormonales
  • En el hombre, los factores psicológicos y sociales son más determinantes
  • Es importante para la pareja tomar como una prioridad las relaciones sexuales
Dicen que reinventarse es uno de los mayores signos de inteligencia que puede demostrar un ser humano, sobre todo, en épocas de crisis o en tiempos difíciles. Precisamente, ésa es la clave para afrontar la nueva situación a la que se enfrenta una pareja, justo después del nacimiento de un hijo: reorganizar una nueva vida y, con ello, reinventarse en muchas facetas, incluido el sexo.

martes, 20 de agosto de 2013

¿ESTÁS PREPARADO PARA UNA INFIDELIDAD DE TU PAREJA?

Hola a todos. Hoy os paso el último artículo publicado el día 17 de agosto en El Mundo donde he colaborado. Por lo visto, ha resultado interesante a los lectores y ha tenido más de 100 comentarios. A ver qué os parece a vosotros. 

http://www.elmundo.es/elmundosalud/2013/08/16/noticias/1376656924.html


SEXUALIDAD | Relaciones de pareja

¿Está preparado para una infidelidad de su pareja?

Una pareja pasea por Madrid.Una pareja pasea por Madrid. | Gonzalo Arroyo
Ha llenado sinfines de debates en libros, películas y obras de arte desde que el mundo es mundo. E incluso todavía hoy, nos preguntamos si en eso de la infidelidad, lo son más ellos o ellas. Pero a pesar de los datos y las cifras publicadas cada año, el eterno debate sigue, y seguirá estando presente. Tal como relata a ELMUNDO.es la psicóloga Rosa Collado Carrascosa, especialista en sexología y psicoterapia integradora del centro madrileño de psicología Álava Reyes, a principios de los años 90, diferentes estudios realizados en Estados Unidos y publicados en algunas de las revistas científicas más famosas recogían que el 37% de los hombres casados y el 29% de las mujeres casadas eran infieles.
En nuestro país, y según la última encuesta del CIS (2008), sobre actitudes y prácticas sexuales, el 20% de los españoles, tanto hombres como mujeres, ha tenido alguna relación sexual con alguien diferente a su pareja. Otras encuestas más recientes, apunta la especialista, como la que realizó la empresa Sondea a principios de 2012 aseguraba que un tercio de las parejas ha sido infiel alguna vez en su vida, siendo los datos casi idénticos para hombres y mujeres. Además, según este estudio, si tuvieran la total seguridad que sus parejas nunca lo supieran, el 50% de los hombres y el 40% de las mujeres serían infieles. En general, "las estadísticas cuentan que el 60% de los hombres y el 40% de las mujeres son infieles", mantiene Collado.

Perdonar o no perdonar

lunes, 5 de agosto de 2013

"¿JUGAMOS A LOS MÉDICOS?"

Hola a todos! Hoy os dejo un artículo muy interesante sobre educación sexual y pudor en el que he colaborado. Espero que sea de vuestro interés y aportéis vuestro punto de vista. !
Buenos días y feliz semana!


PADRES E HIJOS

«¿Jugamos a los médicos?»

Día 05/08/2013 - 01.24h

Claves para actuar ante esta situación y saber educar a los niños en el pudor

«¿Jugamos a los médicos?»




http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130805/abci-jugamos-alos-medicos-201308011510.html

Detrás de la frase «¿Jugamos a los médicos?» no hay más que una señal, según los expertos, de la curiosidad infantil propia de un proceso natural. «En su progresivo conocimiento del mundo que le rodea, el niño pasa por una fase natural que consiste en el descubrimiento de su propio cuerpo. Al igual que primero necesitaba llevarse los objetos a la boca y luego fue tomando conciencia de que tenía manos y pies, es natural que también descubra otras partes más íntimas», explica Ignacio Iturbe, autor del libro «La edad del despegue» (Ediciones Palabra). «Es dar un paso más en el desarrollo normal de los pequeños», añade.
Este momento suele darse, según señala la psicóloga Rosa Collado, psicóloga especialista en sexología del Centro Álava Reyes, entre los 4 y los 6 años. «Es entonces cuando el niño desarrolla esa curiosidad enorme por su cuerpo y por el de los demás. Ya reconoce las diferencias de género y se siente atraído a mirar, tocar y escudriñar esas diferencias porque le dan información del mundo que le rodea». Empiezan también, continua, «a hacer un sinfín de preguntas y quieren saber el por qué y el cómo de todo lo que descubren. A veces es tal la curiosidad que quieren probar qué hacen los mayores o lo que han visto en las películas y reproducen modelos de adultos, incluso de carácter sexual, pero sin la intención erótica real. Sólo por curiosidad y descubrimiento», remarca esta especialista.
Cómo actuar ante esta situación
Si usted sorprende a sus hijos jugando a los médicos con sus amigos «no ponga el grito en el cielo», recomienda el autor de «La edad del despegue». «Actúe de un modo discreto y natural y, sobre todo, no les cree un sentimiento de culpabilidad». En la misma línea se expresa esta psicoterapeuta, para quien sobre todo, hay que tratar con naturalidad la situación. «Puede preguntar a qué juegan y qué exploran y, sin ningún tipo de drama, mostrar una actitud natural ante el juego y las explicaciones que le den los niños, sabiendo reconducirlos a que pasen a otra parte del juego. O quizás acordando con ellos en qué condiciones van a jugar la próxima vez». Es muy importante, recalca, la actitud de naturalidad de tranquilidad y confianza, sin escandalizarse, porque es lo que les va a dar confianza en sí mismos y les ayudará a completar su proceso de identidad sexual».
La manera de contestar o de reaccionar ante situaciones como esta es tan importante como la información que se les da. Este docente también coincide en rodear los temas relacionados con la información sexual y el sentido del pudor de una gran naturalidad. «Si los pequeños comprueban que sus preguntas obtienen respuestas serenas y que sus juegos no despiertan escándalos innecesarios, se desarrollarán de una manera equilibrada y sana. Esto contribuirá decisivamente a que desarrollen un comportamiento sexual positivo cuando sean adultos». Lo corrobora Collado: «Si los padres responden con calma y sin eludir la situación o entrar en contradicciones entre lo que dicen y lo que hacen, ayudarán a los niños a generar un entorno de confianza respecto a su propia sexualidad y que estos hagan más preguntas al adulto sobre las cuestiones e inquietudes que les asalten.
El lenguaje a utilizar
Otra clave está en proporcionar a los hijos respuestas apropiadas a su edad y a su nivel de conocimientos, prosigue Iturbe. «Algunos padres hablan de "colita" a los niños, otros prefieren decir "pene", el nombre que se le da en Biología. Quizá sea esto preferible porque, al ser la información progresiva, resulta positivo que los niños se den cuenta que desde siempre han sabido bien las cosas. Además, cuando los nombres se utilizan de forma natural, jamás se convierten en palabras de impacto o molestas».
¿Cómo se educa en el pudor?
A esa edad, coinciden los expertos, es posible educarles en un adecuado sentido del pudor. Para el autor de «La edad del despegue», una adecuada educación del pudor supone «reconocer el valor de la propia intimidad, manteniéndola a cubierto de extraños». En este sentido, recomienda que los padres no tomen posturas extremas, «que resultan igual de dañinas para el niño, justo ahora que va tomando conciencia de sus particularidades». Es decir, «ni un liberalismo exagerado en materias de pudor que pudiera violentar el normal desarrollo del niño, ni convertir estos temas en tabús peligrosos y constrictivos».
En definitiva, lo más útil para empezar a educar en el pudor y en la sexualidad es, propone Collado, «estar atento a lo que el niño pregunta y ser sincero con lo que se responde, adecuar la respuesta a su etapa evolutiva y, sobre todo, simplificar la información sin deformar la realidad. Dar información las veces que necesite para que la integre actuando de forma tolerante y tranquila a su insistencia, ya que así favoreceremos la comunicación efectiva, y sin evasivas».
El ejemplo del hogar
Aunque si hay algo importante es que los padres «sean conscientes de que, con su manera de vivir —concluye el psiquiatra de familia Paulino Castells—, condicionan de alguna forma la sexualidad de sus hijos». Para la educación del pudor el ejemplo de los padres y hermanos pequeños, corrobora Iturbe, resulta de especial importancia. «Si en casa se cuida especialmente la forma de vestir, sentarse, y comportarse, el lenguaje, las expresiones... los hijos crecerán con un sentido del pudor adecuado y natural».
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