¡Hola a todos!
Hoy os dejo con el reportaje que ha realizado la periodista Mª del Mar Agüera sobre la sexualidad en las personas mayores para el que he colaborado. Junt con otros expertos, se hacen alusiones a temas que pueden despertar vuestro interés sobre determinados aspectos de la sexualidad a lo largo del proceso evolutivo, al que llegaremos sin prisa pero sin pausa.
¡Buena lectura!
El sexo más allá de la juventud
Pedro Villegas, sexólogo: “La vida no es para los jóvenes, la vida es para mí”
Muchos son los mitos y muchas las personas que creen que al alcanzar
una edad madura la práctica sexual es inexistente, se pierde el apetito
sexual o la capacidad de sentir placer. Toda esa información no es más
que una falacia ya que, según expertos, hay un gran número de ancianos
que gozan de una vida sexual activa, saludable y dinámica.
Reportaje realizado por Mª del Mar Agüera Sánchez
Al buscar en el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) la
palabra sexo, las definiciones que aparecen son: 1. Condición orgánica,
masculina o femenina, de los animales y las plantas. 2. Conjunto de
seres pertenecientes a un mismo sexo. 3. Órganos sexuales. 4. Placer
venéreo.
El sexo, antiguamente, era conocido solo como el acto donde un hombre
penetraba a una mujer con un único objetivo: la reproducción. La
sociedad ha cambiado mucho y avanzado en este aspecto, ya que la
práctica sexual ya no solo está destinada a esa función, sino que se
asigna al disfrute y al placer. Además, no solo implica la reproducción,
sino que actividades como la masturbación propia o mutua, el sexo oral o
el anal, entre otros, también son considerados como sexo. El erotismo,
la sensualidad, la atracción y el juego de miradas y de caricias han
pasado a formar parte del amplio y complejo abanico que define a la
sexología, y que forman parte de la vida del hombre, no solo a la hora
de tener descendencia, sino también para uso y disfrute.
La actividad sexual ha existido desde siempre. El enfoque de esta
hacia el placer es plasmado en numerosos momentos en la historia de la
humanidad, destacando que muchas son las diferentes culturas y
costumbres existentes. Algunos ejemplos recogidos son los de el
emperador romano Tiberio que gozaba de mirar a los jóvenes teniendo
relaciones entre ellos e incluso a veces participando del sexo; lo mal
visto de los besos entre los romanos y griegos aristócratas; la
popularidad del sexo anal en el matrimonio en época grecorromanas; la
libertad de relaciones sexuales entre solteros, los no prejuicios contra
las prostitutas, y el incesto en la realeza en el Antiguo Egipto; etc.
A pesar de haber algunos rastros en la historia de libertad respecto a
las relaciones sexuales, estas son mayormente conocidas por ser
consideradas objeto de prejuicios, mitos, tabús e incluso rechazo. En la
sociedad actual, pese a vivir en pleno siglo XXI y considerar que se
vive en un mundo dispuesto al debate, la tolerancia y el respeto; lo
cierto es que el sexo sigue estando mal visto. Muchos son los adjetivos
calificativos empleados para aquellas personas a las que les gusta
disfrutar de una vida sexual activa y libre, y muchas son las personas
conservadoras que siguen pensando que la búsqueda del placer, en estos
casos, está mal.
Por todo ello, cuando a alguien se le pregunta si cree que los
ancianos mantienen relaciones sexuales, muchos son los que se
escandalizan, se ríen, evitan pronunciarse o lo niegan rotundamente. Se
califica de “asqueroso” a algo que es tan natural como respirar,
añadiendo que a ciertas edades el apetito sexual es nulo o casi nulo, y
que con esa edad se debería tener otras preocupaciones, o no se debe
tener ganas de sentirse vivo de esa manera. Sin embargo, que las
personas de la tercera edad no practican sexo es uno de los mayores
tabúes existentes hoy día, según expertos.
“Es una cuestión más que de la sociedad, de la moral, porque a la
sociedad no le importaba que se tuviera sexo a esa edad. A quien le
importaba era a la religión, que decía que el sexo solo se hacía en el
matrimonio y por la noche. Ni los niños, ni los homosexuales, ni los
ancianos. Nadie que no estuviera casado podía tener sexo”, declara
Pedro Villegas Suárez,
Médico de Familia, Sexólogo, y experto en Medicina Antienvejecimiento y
en Psicosomática desde 1984, que actualmente ejerce su trabajo en las
consultas privadas sevillanas Clínicas Ginemed y en el Hospital Nisa
Aljarafe; “El problema grande que ha tenido la sexualidad es que ha sido
elegida por los moralistas”.
El sexo, además, ha sido asociado erróneamente con la juventud. La
publicidad transmite a sus espectadores una determinada idea del mundo
en el que vivimos, haciendo creer que se desean cosas que realmente no
son necesarias, instalando pensamientos y creencias no atribuidas como
propias, e interiorizando conceptos alejados de la realidad. La ropa, el
arte, el deporte, los estudios o el sexo, entre un millón más de
ámbitos, no existen solo para un sector de la población, sino para la
totalidad global.
“En la sociedad en la que vivimos aquello que es saludable,
placentero, divertido o procreador, significa juventud. Lo estético del
material gráfico, lo bello del cuerpo, las proporciones aceptadas tienen
que ver con la juventud. La tercera edad tiene más dificultades para
asociarse a estos parámetros y reflejar este tipo de concepto. El sexo a
una edad más adulta se rechaza con etiquetas sociales tan peyorativas
como “viejo verde”, “menopáusica”,…”, dice
Rosa Collado Carrascosa, Psicóloga Especialista en Sexología y Psicoterapia Integradora en el centro madrileño de psicología Álava Reyes.
Por otro lado, se piensa que con el paso de los años el cuerpo ya no
se encuentra capacitado para el sexo. Muchos de estos mitos engloban la
falta de deseo sexual, la no excitación, los problemas de salud debido a
patologías o al abandono físico, la no capacidad de sentir placer, la
falta de ganas, etc. La realidad es otra: los ancianos se encuentran
completa y totalmente capacitados de mantener relaciones sexuales y, lo
que es más, es muy sano para su salud, tanto física como mental.